Una de mis creencias fundamentales es que Dios siempre está trabajando y llama a todos al mejoramiento de la Iglesia que llamamos hogar. He servido como Delegado Juvenil Diocesano para la Convocatoria de San Jacinto en los últimos 3 Concilios Diocesanos, fui uno de los dos miembros de la Provincia VII nombrados parte de la Presencia Juvenil Oficial de la Convención General, y he recibido reconocimiento del Obispo Presidente por mi foro en Trinity, The Woodlands sobre cómo facilitamos la reconciliación. He servido en el proceso legislativo de la Iglesia a nivel diocesano y nacional y he visto el compromiso con el pueblo de Dios y el deseo de una nueva generación de representantes. La Iglesia tiene la responsabilidad de servir tanto a los jóvenes que están aprendiendo la fe como de mantener la tradición, y yo quiero ayudar en este sentido. Mi capacidad de escuchar con intención, facilitar conversaciones difíciles y mi experiencia sirviendo como una voz joven en estos campos son las razones por las que quiero ser diputada de la Diócesis de Texas, pero lo más importante es que ustedes confíen en mí para representarlos.